jueves, 1 de mayo de 2014

LA SANTA COLUMNA DE LA FLAGELACIÓN.

               La columna a la que ataron a Cristo para flagelarlo es una de las más antiguas reliquias evangélicas, pues ya se menciona entre las inventadas en el siglo III. La peregrina Egeria la vio en medio de las ruinas del supuesto palacio de Caifás: un bloque de piedra en el que, con buena voluntad y mucha fe, se distinguían levemente las huellas de las manos y del rostro de Cristo. Poco después, a principios del siglo IV, un anónimo peregrino de Burdeos adoró la santa columna en el pórtico de la iglesia de Sión o del Cenáculo. No sabemos si sería la misma, trasladada a nuevo emplazamiento, u otra distinta. También la veneró allí santa Paula, según san Jerónimo, a finales del mismo siglo. Aquellos peregrinos se contentaban con rodear la columna con un cordón que luego llevaban al cuelo de por vida. Los que llegaron después iban provistos de cincel y martillo y arrancaban trocitos de la columna para sus relicarios.

             Desde la época de las cruzadas, la columna de la flagelación se venera en la iglesia del Santo Sepulcro. Hoy está en la capilla de la Aparición de Cristo a su Madre que regentan los padres franciscanos. Es un fragmento de fuste de pórfido rojizo de setenta y cinco centímetros de altura y unos treinta centímetros de diámetro.

             Otra columna de la flagelación se venera en la iglesia de Santa Práxedes de Roma. Ésta mide setenta centímetros de altura y es de mármol negro con vetas blancas. Está documentado que en 1233 la trajo de Jerusalén el legado pontificio Giovanni Colona, que, al parecer, la había sacado de las ruinas del Pretorio.

            ¿Cuál es la auténtica?

Los pasajes evangélicos que tratan este asunto están en Mateo 27,1 Marcos 15,2 Juan 18 y 19,3 y Lucas 22 y 234 (en este evangelio la escena de golpes y burlas no se produce en el Pretorio, sino entre el prendimiento y la comparecencia ante Caifás).
La columna es a veces representada como una columna sustentante, que va de suelo a techo, o como una pequeña columna, de aproximadamente un metro de altura y provista de argollas. Cristo puede estar encadenado o atado a ella.
Entre otros artistas, el tema fue tratado en pintura por Caravaggio (Cristo en la columna, museo de Rouen, también denominado La flagelazione) y un pintor caravaggiesco como Pasquale Ottino; y en escultura por Gregorio Fernández (El Señor Atado a la Columna) y muchos otros imagineros españoles.
Cristo en la columna con cuatro santos, atribuido a Juan de Borgoña, h. 1500-1510.

Retablos y capillas

Son muy numerosos los retablos y capillas con esta advocación:

Pasos y cofradías

Son muy numerosas las cofradías, pasos y procesiones de Semana Santa, especialmente de la Semana Santa en España, que se denominan "de la Columna", del "Cristo de la Columna" o con expresiones similares:
stmo. Cristo e la Columna (mota del cuevo)

           

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.